El amor y la
felicidad crean duda en sus impresiones. No me mires con esos tus labios de
mujer porque con esa mirada colorada me matas. El aspecto de tu boca parece
ají, no me mires, no me metas más dudas.
DE LA SERIE: LOS RELATOS DE GUALDO
De: Luis c. Torrico
No hay comentarios:
Publicar un comentario