lunes, 10 de agosto de 2015

ESTOY ENAMORADA DE MI ENEMIGO NÚMERO UNO



Al final todo salió mal, se suponía que tenía que odiarlo por lo que me hizo, y de hecho lo hice, bueno al principio, lo aborrecí como nunca antes, el día que me dejó lo maldije y lo injurié ante mis amigas y amigos, jure hacerle tragar tierra y hasta ahora no he tenido la oportunidad o no me he atrevido a hacerlo.

Cuando por alguna desgracia tengo que hablar de su despreciable persona me refiero a él como ese “bueno para nada”, muchos de mis examigos dicen que él no tiene la culpa por completo, pero para mí él es el fondo del problema, para mí sí tiene la culpa de todo y completamente, él se equivocó, él siempre se equivoca, tenía que ser hombre.

Después de seis días de habernos conocido y al final de haberle entregado 3 años de mi vida, él me dejó y ese fue su terrible error, echar al basurero todos los años que teníamos juntos lo ha convertido en mi peor enemigo, porque ha destruido mi futuro y el suyo, y no sé si lo odio más por mí, por él o por ambos, no sé si le tengo lástima. Sólo sé que lo odio y lo odiaré el resto de mi futuro.

El sólo recordarlo me produce migraña, su nombre me enferma, las rolas que le gustaba compartir en mi muro de Facebook me producen nauseas, quise quitarlas pero no pude; desde siempre he odiado su horrible peinado, pero en cambio acariciar su pelo me producía tal encanto, y su aliento me hace tanta falta, que no sé…

Él es el enemigo y estoy cansada de ese estúpido, si ya me manché la boca hablando mal de él entonces lo seguiré haciendo, ya lo injurie de mil maneras y lo seguiré haciendo hasta cansarme. Cuando se tiene un enemigo así es para toda la vida, lo miraré con rabia, escupiré al pasar por su lado, mis ojos se llenaran de sangre si él me mira fijamente a los ojos y la sangre me hervirá por dentro, y si provoca mi furia, no hay nadie quien me detenga en este mundo, descargaré sobre él toda mi furia. El bien lo sabe porque me conoce como nadie.

Yo no soy condescendiente con nadie menos cuando se trata de mi enemigo número 1, mi única motivación es acabarlo, así como el acabó con mis esperanzas, mi único fin es odiarlo sin compasión. No quiero verlo más, lo quiero lejos de mí. Ya no tengo miedo como en un principio, ya no me siento vacía, al contrario me siento fuerte, me siento poderosa para enfrentarme a este mi enemigo, y sé que puedo hacerlo; pero a pesar de eso mi corazón no tiene la misma fortaleza para combatir en contra de mi enemigo, porque a pesar de todo a este que es mi enemigo número 1, lo sigo amando.

DE LA SERIE: LOS RELATOS DE ELEONORA
De: Luis c. Torrico 

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