Ya me tiene un poco cansado este aire de esperanza, más que cansado
soñoliento, a todos los tiene narcotizados y a mí ya me tiene harto. Hoy quiero
perder esa virginidad insana de la eterna espera, ya no quiero sentarme a
esperar un combo cargado de ilusiones que tenía que supuestamente haber llegado
ya hace mucho tiempo. Puedo ser muy terco en esto, pero el tiempo vivido al
margen de las esperanzas me parece un tiempo mucho más fructífero.
No hay tiempos de espera sino que todos son de acción, se sueña solo de
noche y solo lo necesario para que descanse el cuerpo; se afrontan los retos en
base a una planificación bien lograda, los errores se asumen, se controlan y se
superan, luego viene la transformación, llámese éxito o derrota, sin puntos
medios, todo lo demás debe de ser desechado.
DE LA SERIE: LOS RELATOS DE GUALDO
De: Luis c. Torrico
No hay comentarios:
Publicar un comentario