Hoy estas
particularmente lento, siento que tu intensión es calmar la aceleración de mi
mente, pero si no veo Facebook en los próximos 30 segundos reventare de rabia
en tu contra, gracias a ti mis sitios web y redes sociales hoy han quedado sin
actualizaciones y un pequeño puñado de lectores se sentirán decepcionados, pero
creo que eso a ti no te incomoda, por lo menos no como cuando agoto tu pequeña batería
de litio y pasas a ponerme una sarta de pretextos para que no siga adelante con
mis conversaciones. Desde ya te diré que el último traductor en línea que
descargue deja atrás tus viejas aplicaciones, eso hace que transmitas mis
mensajes para Australia demasiado lento, pero para tu suerte las imágenes se
suben con rapidez, sino ya estuviera sentenciando tu cambio. Ya no le haces
frente a ninguno que sea de última generación, pero aun así aunque seas de
generación II me sigues sirviendo y solo por eso te permito estar todavía en mi
bolsillo, por tu avanzada edad, mañana, como todos los días tendré que
actualizarte, y es que ya eres una tecnología antigua, un Smartphone que con
cada día te pones más y más viejo, y pierdes vigencia poco a poco, uno de estos
días tendré que ir a dejarte a un basurero para móviles usados, no te
preocupes, te despediré como es debido. Cuando hayas cumplido tu misión,
revisare mis redes sociales por última vez y te apagare definitivamente, con la
pena con que se apaga la vida de alguien que ha cumplido su misión en esta
vida, y luego te diré adiós. Y sin remordimiento te canjeare por un modelo
actualizado, rebajando su precio
contigo, y seguiré mi camino en esta vida inundada por las redes sociales y la
internet.
No te apenes, haré
exactamente lo mismo con la próxima generación de tu tecnología.
DE LA SERIE: LOS RELATOS DE GUALDO
De: Luis c. Torrico
No hay comentarios:
Publicar un comentario