DE LA SERIE: LOS RELATOS DE
ELEONORA
De: Luis c. Torrico
En una habitación cualquiera, con cama y todo, una poetisa está
presentando sus mejores relatos, una presentación a la que asisten únicamente
sus seguidoras por las redes sociales, porque ésta es una presentación fugaz y
mediática de sus escritos. En completo silencio, esos relatos serán leídos y
repetidos una infinidad de veces por cada una de sus seguidoras. Y cada una la
seguirá en su respectivo lugar y a su modo, una de ellas por ejemplo; asistirá
con su pijama puesta, con el pelo suelto, descalza y solamente con las calcetas
en los pies, otra con un vaso de jugo en la mano, bebiendo tragos cortos en
tanto sigue con los ojos la lectura, otra encenderá un cigarro y se pondrá a
fumar el resto de la noche, y otra se acomodara bien los lentes antes de
ponerse a leer atentamente, casi sin pestañear.
Y ni que decir de los seguidores, esos que siguen la presentación casi a
escondidas con la intensión de pasar desapercibidos, esos que aman los textos
aquí expuestos y se sienten identificados, aunque claro prefieren no
reconocerlo. Habrá también de esos que asisten curiosos casi sin conocer la
obra de la artista, pero que tras una breve lectura ya se sienten atraídos,
sino identificados por la obra que aquí se expone. Y no faltara quien se
pregunte; ¿pero, qué clase de presentación es esta? Qué clase de vida, donde
una artista presenta su obra en un insignificante cuarto de casa, con cama y
todo, y que todas sus seguidoras y seguidores lo aceptan, sin esperar siquiera
estar presentes físicamente sino a través de sus redes sociales, que
presentación de una obra tan disparatada.
No faltará quien, en franca contradicción, y en voz baja diga: esta sí que
es una verdadera presentación de una obra de arte, aquí no hay falsos
seguidores, no hay especuladores, ni presentaciones alabanciosas, esto no tiene
nada que ver con la farsa de palabras bonitas, esto si es alucinante y
fantasioso pero a la vez muy real, porque todo lo que aquí presenta la
escritora es directo a cada una de sus seguidoras, aquí no caben los lujos, no
hay recintos de fama ni salones exclusivos bien adornados para la ocasión, esto
si es de verdad, esta es una presentación como un ritual de red social en el
que cada quien asiste por internet.
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