jueves, 16 de julio de 2015

SI SIENTES ASCO POR LA SANGRE SERÁ MEJOR QUE TE LARGUES ANTES QUE…

DE LA SERIE: LOS RELATOS DE ELEONORA
De: Luis c. Torrico 


Cuando entro a la cocina bostezo y siento hambre, pero tomo un vaso de agua y se me pasa. Cuanto más pueda me resisto a comer, pero cuando no resista más entonces me comeré el vaso, destrozándolo con mis propios dientes mientras me sangre la boca.

Si sientes asco por la sangre será mejor que te largues antes que vuelva el hambre a mi estómago. Mi boca será cortada con el filo de cada pedazo de vaso, la sangre reventará por entre mis dañados dientes, fluirá caliente la sangre, llenará mi boca y rebalsará por las comisuras de mis labios, pero lo único que me tragaré será el dolor, lo demás; por chorros gruesos se esparcirá a los costados de mi boca, junto a la sangre brotarán pequeños pedazos de cristal teñidos de rojo oscuro, la sangre espesa resplandecerá, y cubrirá toda mi mandíbula y se secara. La sangre seca se endurecerá en la piel y asqueará.

Pero la sangre no es ninguna suciedad, por lo que podría terminar lamiéndola, lamer la sangre seca para volverla liquida otra vez con una mezcla de saliva y así poder beberla, es una solución salomónica, después de todo: la sangre es sangre. Pero ese no es mi propósito ahora, solo dejar las heridas abiertas en mi boca, esas dolerán menos que las heridas que en mi interior ya estoy acostumbrada a sentir.

Por el momento desecharé la idea del dolor y me concentraré en el vaso, en la sangre y mi boca; el cristal del vaso es transparente, mi sangre es roja, mi boca es una boca humana. Las tres cosas se juntarán para volverse una sola cosa, el vaso se desintegrará en mi boca hecho pedazos, mi boca quedará malograda para siempre y la sangre será el factor en común entre ambas partes. La sangre pondrá de manifiesto que tan humana es mi boca, y el vaso roto perderá su transparencia en mi sangre, ambas cosas terminaran fundiéndose en una sola cosa conteniéndose de mi sangre.


Nota

Con toda esta alusión a comerme un vaso y sangrar mi boca pienso que crear historias, novelas, poemas o versos a propósito o en torno a vampiros y otras necedades como cierto libro y película crepuscular a la que hago referencia indirecta ahora, es toda una estupidez, así que, con respeto a nadie, les recomiendo que ni los lean ni que los vean. Y así haremos historia siendo anti-crepúsculo.

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