lunes, 13 de julio de 2015

VOY A USAR MI CUERPO, VAS A USAR MI CUERPO

DE LA SERIE: LOS RELATOS DE ELEONORA

De: Luis c. Torrico


Cuando utilizo mi cuerpo es un arma que uso en mi contra…

Voy a usar mi cuerpo para seducirte. Por pura frialdad voy a consentírtelo, por puro descaro voy a ofrecerte las caderas, y voy a tener que balancearme sobre tus brazos, entregarte mi calor, ofrecértelo para tu frialdad y en nombre de la frialdad que compartimos. Amo mis labios pero igual te los tengo que entregar en la cara, no eres precisamente quien amo pero de todas maneras voy a moverme contigo, voy a juntarme contigo y vivir un romance podrido con olor a resaca.

Voy a depositar mi cuerpo en tus manos para ver como lo deshojas como una margarita; voy a fijarme cómo, con qué precisión lo deshaces; con la minuciosidad de tus manos, con la suciedad de tus besos, hasta buscar tu saciedad en mi carne. Voy a tener cuidado con tu cuerpo no con el mío, voy a cuidar tu salud emocional para que tengas buena conexión emocional con el cuerpo que consumes; en todo caso, eso nos va a dar a los dos lo que buscamos, una emoción fuerte. Luego voy a mirar el espacio vacío que queda en vez de mi cuerpo, ese espacio vacío que estaba en mi interior y que ahora saldrá para ocupar el espacio de mi cuerpo.

  •      Desde hoy y para siempre voy a deshacerme de tu cuerpo. Pero antes, es lo único que voy a poseer. Voy a usar tu cuerpo y lo voy a tener recostado en algún rincón, voy a expirar tu cuerpo hasta que quede sólo tu abandono, con mucha insolencia voy a consumir tus labios y voy a cerrar tu boca, a tus ojos voy a ponerles fecha de caducidad reciente y voy a quitarlos de mi vista, y a tus manos, ay a tus manos las dejaré que se consuman solas en las caricias de mi cuerpo. Y con mi cuerpo, con mis manos, con mi boca y mi aliento, voy a saber exactamente qué hacer con tu cuerpo para que se calle y se ahogue definitivamente. Tu corazón en cambio, latirá pero sabrá que hacer para callar su esperanza, inesperadamente y convenientemente en una madrugada muy fría yo sabré a hacerlo desaparecer, pero hasta el crimen más perfecto tiene sus contrariedades, y aun así seguirá latiendo en mi mente para el resto de mi pesar y para carcomer mi mente hasta que se descomponga y se pudra junto a este cuerpo que adoras ahora.


Y a la postre, en el vacío que dejaste hoy, extrañaré tu cuerpo, extrañaré tu panza y tus vertebras salidas, tu sudor y tus cabellos desprendidos pegados a tu sudoroso cuerpo. Y me preguntaré, si aún el vacío que ha dejado tu cuerpo me extraña, porque mi cuerpo después de ti ha quedado extraño, irreconocible, más corrompido, más desprotegido, más abandonado que el tuyo.

Y al final, después de entregarle mi cuerpo él entenderá que, lo que quería ya lo he obtenido.


1 comentario: